martes, 1 de julio de 2008

"Es el último creativo del rock, papá"

Mi amigo fue contundente. Me pareció una de esas afirmaciones absolutas, que han resuelto de antemano el problema que se plantearon… si es que se lo plantearon alguna vez.

“El exilio de las especies” es un disco raro. Vuelve con sonidos que ya habían experimentado: gangsta rap (pero oriundo del barrio Piedrabuena); ese reaggae espeso, denso como una crema de mercurio bien a punto y que no está cantado siquiera, sino que es una especie de recitativo o el monólogo de un adicto:

Rojaijú, mama,
rojaijú, cuando pienso en vos,
aquí en Africa”.


Un rocanrrol clásico y garagero de las Viejas, con frases geniales como:

A mi chica no le importa que me pise un camión
Se fue con un peruano que es un Guns & Rose


En un momento del rock en el que bandas te advierten antes de que las escuches que “no te va a gustar”, o en el que aquellos que se habían separado y/ o peleado a muerte, se vuelven a juntar en River o en Planetario… En este momento un poco chato, parece que el Pity es uno de los pocos que se anima a jugarse con algo distinto. Y lo hace más que bien. Un tipo que por ejemplo, se banca el exponer (imitando un acento gallego de documental del Canal Encuentro) una serie de postulados ontológicos acerca de los seres, los cuerpos y la energía, durante dos minutos antes de empezar a cantar “Casi sin pensar”.

Y lo mejor de todo, lo que mejor hace el Pity: esas baladas agridulces, como azúcar tostada. Esas melodías que se empapan en la melosidad de una canción concheta de amor con versos igual de empalagosos, igual de remojados en la miel de un meollo melancólico; pero que en un momento se tornan amargos o agrios o salados, que toman cualquier sabor, pero que dejan de ser dulces por la voz rasposa y aguda del Pity, la “garganta con arena” macerada en pasta base del rock.

Mi amigo es como yo, igual de vehemente que yo. Pero después de escuchar por quinta vez consecutiva el disco… me parece que esta vez tiene razón.

5 comentarios:

Nurit dijo...

Aunque fui y la pasé muy bien, me reí mucho con esto:
"en el que aquellos que se habían separado y/ o peleado a muerte, se vuelven a juntar en River o en Planetario…"

Cresto dijo...

Si, yo también hubiera ido. Pero eso no quita que me de un poquito de escozor.

Igual me cerrarían la boca si hicieran un gran disco y no hicieran la "gran Soda".

Martín dijo...

"Pila, pila" me sonó como su techo, canción horrible que juega a ser horrible. A lo que decís le tengo fe. Indio, Piti, Charly, algo de Calamaro, "si alguien te alcanza ya masticado algo de lo que Spinetta hace hoy", un poquito de los Babasónicos, etc., mitigan un poco el efecto ya extenuante de la muerte del rock.

Martín dijo...

Ah, el disco de covers de Palo.

Cresto dijo...

Si, Martín. Acuerdo con el "canon" que proponés. (Salvo por la pizca de Babasónicos... y mirá que en los úlltimos `90, yo era fanático). Le agregaría un kilo de Divididos.

Igual son todos demasiado consagrados. Quizás el que menos, el Pity.

Ah, el disco de Palo no lo escuché.

Igual, esa muerte calculo que será transitoria... Es más una "narcolepsia". O por lo menos, eso espero