jueves, 29 de noviembre de 2007

Llanto de madera

Lágrimas de madera

Una nena llora y su angustia
toma forma en lágrimas de madera joven
y astillas de yerba mate con palo.

Se le parte el alma a uno
nomás de verla sollozar
inconsolable y de ver brotar
de sus ojitos verdolados color mar
ese lagrimeo macizo
que surge frondoso
en volumen abundante
como una buena cosecha
levantada por tareferos correntinos.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Sumando sectores

Ahora si creo que ya no quedan dudas de los intereses que representa la señora. Se aplica todo lo dicho en el post anterior (en especial cierto adjetivo simiesco) y se le suma "sectarismo": ahora que logró romper su propio partido... ¿de dónde van a sacar fiscales para la próxima elección?

jueves, 15 de noviembre de 2007

Conciencia de clase

Es un poco terrorífico lo de esta mujer, no? Se me ocurre pensar en tres ejes que atraviesan su discurso:

  • el clásico mesianismo/ doctrina de la predestinación, al cual ya nos tiene más o menos acostubrados
  • el hecho de haber asumido la representación de una fracción social absolutamente concreta, operación que va en contra de cualquier discurso ideológico (según la fórmula clásica de "hacer pasar el interés particular como interés individual"). Creo que ni Menem decía ser represetante de las clases medias y medias altas
  • un componente sumamente paternalista al respecto de "nuestros hermanos pobres", negándoles toda entidad (como votantes, porque como sujeto político ella sabe muy bien que están ahí, al acecho)

Todo lo cual hace repensar (y, en mi opinión obliga) a retomar el concepto "gorila" para aplicarlo a esta situación concreta...

Flores de floresta




Las chicas de mi barrio
son apetitosas
como una cazuela de jaiba
y leche de coco.

Tienen piernas largas
untadas en luces
que se van quebrando a cada paso.

Embutido el cuerpo en vestidos de cuero
se pringan las mejillas con cremas alcalinas
y aromatizan sus tonos
con desodorantes de guayaba.

Las chicas de mi barrio
no presentan objeción alguna
al desparramo de sus trópicos
en la vereda de turmalina color topacio.

Anoche a la rivera del Sarmiento
miraba a una de ellas actuarle a su patrón
de manera lastimera y con ojeras lacrimosas
para regatear un porcentaje del arriendo de la acera.