lunes, 30 de marzo de 2009

Poema VII

... de una serie que, creo, se va a llamar "Ruido de animales salvajes":


Me agotás. Sos como esas vívoras
que sitiaron sigilosas a mi bisabuela, esas víboras
que se acercan de noche, despacito,
sin que las vea nadie en silencio negro
que se suben a las madres lactantes
y se les prenden de las ubres, se les agarran de las tetas
y les chupan de a poco la leche de sus hijos.

Como esas víboras sos,
víboras que se pueden chupar litros
de la leche de un hijo y
la vida de una madre.

2 comentarios:

Nurit dijo...

El poema me hizo acordar al cuento de Quiroga "Las medias de los flamencos"

Cresto dijo...

Si, puede ser... No lo había pensado...