miércoles, 26 de noviembre de 2008

Las mujeres que les gustan a los poetas (varones)... o los hombres que les gustan a las poetas (mujeres)

"Y ese mismo lunes Rodolfo tuvo que comprender que Samantha era, ante todo, una lástima, que hablaba más de lo conveniente en una mujer, era un defecto madrugador que probaba alguna de sus sospechas futuras, o de sus teorías, porque para un poeta no hay nada mejor que una fabriquera, o una oficinista, o cualquier atorranta de ojos versificables que sirviera específicamente para ser cantada en poesía, pero amada en prosa, con la impunidad de saber que la homenajeada no escribe, que el único loco e intelectual es uno y la otra una laburanta que debe obligatoriamente dedicarse a admirar al genio que le hace la concesión de poseerla. Ese verso, el de los versos, debe ser patrimonio exclusivo de uno solo de los contrincantes, porque dos poetas -hombre y mujer- lo mejor que pueden hacer es dedicarse a leer un librito a la antigua, discutir en alguna mesa redonda o amarse despreocupadamente pero sólo una vez."

Jorge Asís, "Flores robadas en los jardines de Quilmes"
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Estoy monotemático, ya lo sé... pero este tipo es un hallazgo. Realmente cada vez me cierra más la siguiente sentencia (hasta dónde yo se, propia y original): "Jorge Asís es a los años '70, lo que Roberto Arlt es a los años '30".
Diganme si la ironía que se vislumbra en este pasaje no es totalmente "arltiana"... Hay otras cosas, pero me las reservo para más adelante...

3 comentarios:

Alea dijo...

esa filosofía de héroe de copetín al paso me cabe, y me hace cagar de risa! el otro día me reía solo leyendo los reventados y me acordaba de vos.

un abrazo

Amalia Gieschen dijo...

je, poeta con poeta incompatible. "demasiado ego"...igual siempre hay algún caso raro

Amalia Gieschen dijo...

igual, qué pelotudez