El tipo tiene algo. Una simplicidad poco común tanto en la instrumentación como en las letras. En vivo como en estudio.
Y suena bien. Una vez que se rompe la barrera inicial que se erige en esa impostación en la voz, esa especie de falsete, y que lo primero que provoca es una sensación de extrañamiento, de ajenidad… una vez que pasan esos momentos iniciales, todo se invierte.
Al contrario, uno no puede dejar de pensar lo apropiado de ese falsete (término que parece perder sentido), lo bien que encaja con esa sencillez instrumental. Digo “sencillez” en un sentido similar al de los matemáticos, o sea, de cierta economía de recursos, pero también de cierta elegancia. Una sencillez elegante.
El show en Niceto fue excelente. Muy buen sonido, y una banda que realmente tiene momentos de rock (cosa también un tanto inesperada sobre todo si se piensa que hay un cello como base rítmica), de mucha potencia. Y todo esto más allá de cierta “demostración de fuerza” que fueron los invitados (Jorge Araujo y Diego Frenkel) que sirven para mostrar el buen momento de Lisandro. En fin, creo que es de lo mejor de la "nueva lírica" (?).
Veremos la próxima. Por ahora, solo tenemos unas imágenes de un show viejo.
1 comentario:
después de Niza. Gracias
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